Toparte con un nudo en un ovillo nuevo puede ser un fastidio total que detiene tu ritmo de tejido en seco. Pero antes de frustrarte, estamos aquí para ayudarte. Encontrar un nudo es súper común, y la buena noticia es que hay una buena solución para cada situación.
La mejor manera de manejar un nudo realmente depende del tipo de hilo. Lo que funciona para una lana con agarre no siempre es lo mejor para un algodón resbaladizo.
Así que te contaremos exactamente por qué aparecen, la cosa importante que nunca debes hacer, y luego te guiaremos por todas las mejores formas de unir el hilo. Tenemos soluciones súper fáciles para principiantes absolutos y algunos trucos de “siguiente nivel” para quienes ya tienen experiencia y buscan un acabado verdaderamente invisible.
¡Vamos a resolver esto y a devolverte la alegría de tejer! ❤️
¿Por qué hay nudos en mi hilo?
Primero, aclaremos algo: un nudo no es una señal de que el hilo sea de “mala calidad”. En realidad, es una parte normal del proceso de fabricación.
El hilo se hila en enormes carretes, imagina miles de metros a la vez. Cuando uno de estos carretes se termina, hay que unirlo al siguiente para continuar el proceso. Y a veces, una hebra se rompe mientras se hila, se tiñe o se enrolla en el ovillo.
Para evitar desperdiciar una gran cantidad de fibra perfectamente buena (¡lo que haría que el hilo fuera mucho más caro!), los extremos se unen. ¿La forma más común y práctica de hacerlo? Exacto: un nudo.
¿Cuántos nudos son “normales”?
Esa es la gran pregunta. Aunque no existe una regla universal en la industria, encontrar dos o tres nudos en un ovillo de 50 gramos (1,8 oz) se considera totalmente normal.
Si encuentras solo uno, es parte normal del proceso. Si encuentras más de cuatro o cinco, probablemente hayas tenido un poco de mala suerte con ese ovillo en particular.
Qué no hacer con los nudos del hilo
De acuerdo, has encontrado un nudo. Es tentador simplemente encogerse de hombros, empujar el nudo hacia la parte trasera y seguir tejiendo o crocheteando como si nada.
¡Pero por favor, no integres el nudo directamente en tu proyecto!
Aquí está el motivo: esos nudos suelen hacerse solo para mantener los extremos juntos durante el enrollado. No están pensados para ser permanentes.
Ese pequeño nudo probablemente se soltará al lavar la prenda. ¿Y qué pasa cuando se deshace? Te quedas con un temido agujero en tu proyecto terminado, ¡y un agujero es muchísimo más difícil de arreglar que un nudo! 😱
Qué hacer cuando encuentras un nudo en el hilo: 3 formas fáciles y aptas para principiantes
La mejor manera de "arreglar" un nudo es deshacerse de él por completo. Sí, lo primero que debes hacer es tomar tus tijeras y cortar ese nudo.
Ahora tendrás dos extremos separados de hilo. ¡Y no te preocupes, esto es algo bueno!
Aquí tienes tres formas fáciles y aptas para principiantes para unir esos extremos y volver a tejer.
Método 1: La solución más fácil y segura (¡nuestra favorita!)
Esta es, sin duda, la forma más fácil, más utilizada y 100 % infalible. ¡Recomendamos esta para todos los principiantes!
¿El secreto? Simplemente finge que estás comenzando un nuevo ovillo.
Ideal para: ¡Absolutamente todo! Este es el método más fiable para todos los tipos de hilo, desde sedas y bambús resbaladizos hasta hilos texturizados o con "bultitos". Es la manera de conseguir un acabado realmente invisible en las prendas.
¡Es sencillo! Así es como se hace:
1. Corta el nudo, dejando dos extremos separados.
2. Suelta el extremo "viejo" (el que estabas usando). Deja una hebra de unos 15 cm colgando por la parte trasera de la pieza.
3. Toma el extremo "nuevo" (el otro lado del corte). Deja también una hebra de unos 15 cm y simplemente empieza a tejer o hacer crochet con él.
4. ¡Eso es todo! Solo sigue trabajando.
Luego, cuando termines tu proyecto, tendrás dos extremos extra para esconder, igual que al principio o al final de un ovillo. Es la forma más limpia y segura de obtener un acabado perfectamente suave con cualquier tipo de hilo.
Método 2: El nudo mágico (¡ideal para el algodón!)
Este método es muy popular porque crea un nudo pequeño y muy fuerte que (normalmente) no se deshace. Es el favorito para el amigurumi (muñecos tejidos), ya que el pequeño nudo desaparece dentro del proyecto.
Ideal para: Hilos con buen “agarre”, como el algodón 100 %, la lana no superwash y la mayoría de los acrílicos.
Úsalo con precaución: No lo recomendamos para hilos resbaladizos (como la seda, el bambú o los acrílicos muy brillantes y lisos), porque los extremos a veces pueden deslizarse.
¿Listo? Así es como se hace:
1. Coloca tus dos extremos (del nudo cortado) uno al lado del otro, apuntando en direcciones opuestas.
2. Toma el primer extremo (llamémoslo A) y haz un nudo simple y suelto alrededor del segundo extremo (B).
3. Toma el extremo B y haz un nudo simple y suelto alrededor del extremo A.
4. Ahora tira de las dos hebras principales del hilo (¡no de las colitas!). Los dos nudos se deslizarán uno hacia el otro y se bloquearán.
5. ¡Tira FUERTE!
6. Corta las pequeñas colitas lo más cerca posible del nudo que puedas.
Método 3: La unión por fieltro (un poco de magia para la lana)
Esto puede sonar un poco gracioso, pero te prometemos que es un cambio total si usas el hilo adecuado.
Este método literalmente afieltra los dos extremos del hilo, así que no hay ningún nudo en absoluto.
Ideal para: Fibras animales 100 % que no estén tratadas con superwash. Piensa en lana 100 %, alpaca, etc. Debe ser una fibra que pueda afieltrarse. Esto no funcionará con algodón, acrílico o lanas superwash.
Así es como se hace:
1. Deshilacha con los dedos el último par de centímetros de ambos extremos del hilo.
2. Superpón los extremos deshilachados en la palma de tu mano.
3. Humedece ligeramente tu palma. (Sí, “la saliva” es el método tradicional, pero una gotita de agua funciona perfectamente).
4. Frota tus palmas... ¡con fuerza!
5. Sigue frotando hasta que sientas que las fibras se adhieren entre sí. El calor, la humedad y la fricción afieltrarán los extremos en una sola hebra continua de hilo.
Dos métodos de unión más para tejedoras con experiencia
¿Te sientes segura con lo básico? Una vez que hayas dominado las técnicas principales, quizá quieras añadir un par de uniones “elegantes” a tu repertorio. Son un poco más delicadas, pero ideales para crear transiciones totalmente invisibles.
Método 4: La unión rusa (perfecta para hilos retorcidos)
Con este método, utilizas una aguja para entretejer los extremos del hilo dentro de sí mismos, creando una unión segura, sin nudos y prácticamente invisible.
Ideal para: La mayoría de los hilos retorcidos (hebras múltiples torcidas juntas). Funciona muy bien con lana, acrílicos y mezclas de algodón. No es adecuado para hilos de una sola hebra (tipo roving).
Necesitarás una aguja lanera o de tapicería (una punta afilada ayuda).
Paso a paso:
1. Enhebra el extremo A en la aguja.
2. Con cuidado, pasa la aguja de nuevo por el centro de las propias hebras del extremo A durante unos 5–8 cm. No tires del hilo por completo; deja un pequeño bucle al final.
3. Enhebra el extremo B en la aguja.
4. Pasa el extremo B a través del bucle que has dejado en el extremo A.
5. Igual que antes, pasa la aguja de nuevo por el centro de las hebras del extremo B.
6. Tira suavemente de ambos hilos principales. Los lazos se ajustarán y la unión se alisará. Puede sentirse un poco más gruesa en ese punto, pero quedará bien sujeta.
Método 5: La unión escalonada (para hilos gruesos)
¿Alguna vez has intentado hacer un nudo con un hilo grueso o voluminoso? El nudo puede parecer y sentirse como una pequeña piedra. La Unión Escalonada (también llamada “Ply Split”) es la solución perfecta. El objetivo es adelgazar los extremos para que se superpongan suavemente.
Ideal para: Hilos gruesos, voluminosos y de varias hebras (especialmente 4 o más), donde un nudo normal crearía un bulto grande.
Así es como se hace:
1. Supongamos que tu hilo tiene 4 hebras. En el extremo A, separa cuidadosamente las hebras durante los últimos 15 cm y corta dos de ellas, dejando las otras dos largas.
2. Haz lo mismo en el extremo B: separa las hebras y corta dos de ellas.
3. Ahora tienes dos extremos “adelgazados”. Superpónlos y gíralos suavemente entre tus dedos. El hilo vuelve a tener su grosor original de 4 hebras, pero con nuevas fibras.
4. Teje o haz crochet directamente a través de la sección superpuesta. La unión queda escalonada, muy fuerte y sin bulto.
¡Ya sabes cómo hacerlo!
¿Ves? Ese nudo no es gran cosa.
La próxima vez que encuentres uno, cogerás las tijeras y sabrás exactamente qué hacer.
